lunes, 9 de julio de 2012

LA PARTÍCULA DE DIOS

DESCUBIERTA LA PARTÍCULA SUB ATÓMICA,
CLAVE PARA COMPRENDER LAS LEYES DEL UNIVERSO.

 El elusivo “Bosón de Higgins”  apareció al fin, y la Ciencia mundial se regocija con el esperado hallazgo. Ahora ya podrán los presuntuosos  sabios del planeta, asegurar al mundo que lo que ellos pensaron desde siempre es verdad absoluta. “Dios”  no existe.
Valiente regalo para entregar a una humanidad confundida y al borde del abismo.  A un mundo casi perdido, convulsionado por el vicio y la falta de moral y de principios, y entregado con las manos atadas al materialismo más abyecto.

Un mundo cuya única esperanza de salvación, descansa en la fe de millares  de creyentes que no necesitamos de construir un túnel de millones de dólares (que habrían podido utilizarse mejor) para encontrar Nuestra Verdad, la verdad de quien dijo “Yo soy el camino, la verdad y la vida”.
Con los millones invertidos por  el CERN, en una máquina  que costó diez mil millones de dólares, y  que construyeron bajo tierra en la frontera francosuiza, habrían podido sobradamente: Sanar a los enfermos que fallecen diariamente por falta de investigación y medicina.  Alimentar a  todos los hambrientos del mundo, que no reciben alimento ni cuidado.  Dar esperanza a los perdidos que no tuvieron formación moral alguna, para que se comporten como  hijos  de Dios, que es ÉL quien les protege y les bendice con el don de la vida, que es Él quien les guía y les salva, que todavía  la humanidad tiene esperanza.

Derecho tiene el científico Peter Higgs de sentirse feliz con el anuncio, que otorga la razón a su descubrimiento de hace cincuenta años, pero si piensa un poco en las previsibles consecuencias, quizás su felicidad se nuble, pensando en el futuro de su estirpe.
 Sus nietos y los nuestros  no tendrán esperanza, ni reglas de moral, ni Ser supremo a quien amar y respetar,  serán iguales a las bestias del campo y a las piedras.

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