martes, 5 de julio de 2011

Serie de Cuentos de Hilitos

LAS COSTURAS DE MAMÁ

Por esos caminitos
que cruzan la montaña,
entre azules reflejos
y chispazos de luz.
se descubre modesta
escondida en la selva
la cabaña pequeña
adonde habita ese niño
al que guardamos todos
un inmenso cariño.

(Hilitos es un niño
que inventó mi marido
cuando compró mi máquina
PARA coser los vestidos.)

Muy cerca del arroyo
entre piedras y juncos
chinas de mil colores
y hojas de seda y sol,
a la vuelta del río
en el monte profundo
lejos de los conflictos
que hoy asolan al mundo,
está la cabañita
la de piso de tierra
con techo de bejucos
donde Hilitos nació.

La familia es muy pobre
y don José Carrucha
Vive en eterna lucha
Para "batir el cobre"
Y aunque no falta nada,
Puede que nada sobre,
pero a todos alcanza
el esfuerzo del hombre.

Y doña Elna. la suiza
Que fabrica camisas
Tiene ya cinco niños:
Hilitos el mayor,
que padece de fríos
y duerme entre los dos,
el par de gemelitos
que nacieron pequeños,
duermen en la gaveta
donde se guarda el queso
y las niñas, las hembras
"Agujita y Dedal"
Apenas han crecido,
duermen en el corral,

Ayudan a la mnadre
porque trabaja tanto
amantener el nido
limpio como un cristal.
Y esas dos pequeñitas
ya saben cocinar.
Temprano en la mañana
Van hasta el gallinero
a recoger los huevos
que están en el potrero,
y don José acusioso
saca el agua del pozo,
mientras que las dos niñas
ordeñan la cabrita.

Hilitos trae la leña
que mamá necesita
Hilitos siempre lleva
su gorro tirolés
un corto mameluco
y descalzos los pies
Las chiquitas con trenzas
Overoll y camisa,
mientras los gemelitos
gatean por la repisa.

En el jardín de enfrente
hay una linda fuente
y en el patio de atrás
vive el ave torcaz.
Tienen a un perro flaco
un gato, y dos pericos
una chorcha que canta
y un montón de pollitos.

Cuando la tarde es linda
Hilitos va a pescar
Y se lleva la caña
y un pedazo de pan.
A mí me gustaría
ir a jugar con él,
con "Agujita y dedal"
son muy lindos los tres.
Y el par de gemelitos
comienzan a crecer,
muy pronto los veremos
erguidos, ya de pie.

Cuando la araña Craquen
salió por la rendija
Hilitos pegó un grito
Y tirò las cobijas.
Doña Elna fue al cerco,
Se trajo un palo grande
Y le dio una lección
a esa araña cobarde.
MIentras "pulgas" el perro
ladró sin compasión
y los gatos jugaban
a cazar un ratón.

Doña Elna casi sienpre
cose y cose parejo
para toda la gente
que habita cerca de ellos,
Por vestir a los niños
La dama se dispone
servir a los vecinos
y ayudar a su viejo.
Eso a mi me parece
un excelente ejemplo
de como debe ser
la gente de mi pueblo.

1 comentario:

Anacampana dijo...

Está lindísimo. Me encantó.