martes, 13 de abril de 2010

CONFETIS Y SERPENTINAS

“CONFETIS Y SERPENTINAS”


Los Versitos de Abuelita



Autora: Copi Salazar Castro







Contenido

1. LOS PROBLEMAS DE MAMÁ 4
2. MARIQUITA 6
3. UNA FIESTA EN EL MAR 7
4. EL MONITO CARIBLANCO 9
5. TRANSFORMACIÓN 11
6. LOS JUEGOS DE MI ABUELITA 14
7. VIAJANDO EN EL TREN 22
8. EL CALLEJÓN 26
9. UNA FIESTA EN EL MAR 27
10. EL MONITO CARIBLANCO 30
11. MININO ASESINO 31
12. LA INTRUSA 33
13. LA FUENTE DE MI JARDÍN 34
14. LAS ARDILLAS 36
15. LA REUNIÓN DE LOS VECINOS 37
16. AVISPITA PICA PICA 40
17. PAJARITOS CANCIONEROS 42
18. EL CARACOL 44
19. MAMITA TORTUGA 46
20. EL GALLITO VALENTÓN 48
21.. EL PINGÜINO 50
22. RATONCITO RASPA RASPA 52
23. RICITOS 54
24. LA GATA MILÚ 57
25. QUINCE DE SETIEMBRE 60
26. APRENDIENDO LOS NÚMEROS 62
27. LA PINTORA DE MI HOGAR 64
28. APRENDIENDO LAS LETRAS 68
29. EL NIÑO Y EL RUISEÑOR 70
30. EL GNOMO DE LA PRIMAVERA TICA 78
1. LOS PROBLEMAS DE MAMÁ
Tiene doña cucaracha
Un gran problema pendiente
¡Se le escapó su muchacha
Con un nuevo pretendiente!

Su cucarachita linda,
La más hermosa del barrio
Su chiquita consentida,
La de sonrosados labios.

De cuerpo jacarandoso
Y caminar de princesa
La de los ardientes ojos
Y antenitas de cerveza.

Doña cucaracha llora
Por toditos los rincones
Y espera que la chiquilla
No tenga desilusiones.

¡Ya regresará la ingrata
Con sus antenitas gachas,
Y va a arrepentirse pronto
¡Qué locas son las muchachas!

Es que no escuchan consejos
Es que no aceptan reproches
Por eso lo ignoran todo
Y se escapan por las noches.

Lo que dice la mamá
No les importa un pepino
Fácilmente se inclinan
A equivocar el camino.

Volverá llorando a casa
Arrastrando su alerón,
Las cucarachita ingrata
Que partió mi corazón.

2. MARIQUITA

Debajo de una piedra
A orillas del riachuelo
Está la mariquita
Tratando de alzar vuelo.

La oruga, perezosa,
No la deja pasar
La pobre Mariquita
Siente enorme pesar.

Que venga ya el abejón
Que es un juez muy justiciero
Si le manda un pisotón
La remontará hasta el cielo.


La oruga no se movía
Tenía muchísimo sueño
Por eso no se corría
Ni meneaba el esqueleto.

“Que se retire la oruga”
Dictaminó el abejón,
No puede pasar la gente
Con ella en el callejón.

3. UNA FIESTA EN EL MAR

Caminando por la playa
Yo me encontré a un caracol
Que se pasaba las noches
Cantando en el malecón.

Llevaba a cuestas su casa
Desordenadas las faldas
Un corbatín de colores
Y una guitarra a la espalda.

Las almejas aplaudían
Con sus conchas separadas,
Clap, clap, sonaban sus tapas
Repitiendo la tonada.

El caballito de mar
Galopaba entre las rocas
Y las estrellas marinas
Jugueteaban con las focas.

Los corales, tan altivos,
Tan elegantes y rojos
Coqueteaban con las algas
Y les guiñaban los ojos.

Y las esponjas marinas
Todas suaves y flexibles,
Serpenteaban vanidosas
Sus cuerpecitos de mimbre

Era todo un festarrón
Aquella boîte de la playa
Tocaba el pulpo el trombón
Y el tiburón la guitarra.

Las tortugas, castañuelas,
El caimán con la marimba
El calamar toca el piano
Y toca el violín la anguila.

Yo me sentí muy dichosa
Ante tanta maravilla
Tanta fiesta, tanto canto
En el mar de mentirillas.

Y les pedí por favor
Que me inviten a la fiesta
Porque yo quiero bailar
Al ritmo de tal orquesta!!!
4. EL MONITO CARIBLANCO
El monito cariblanco
Le dijo así a su mamá:
“Si mis amigos me llaman
Me iré con ellos al bar”

Mamita le suplicaba:
Monito, no seas tan terco
Tú eres un monito bueno
Yo sé lo que te aconsejo.

En el bar no hay cosas ricas
Ni comidita sabrosa
Sólo te darán bebidas
Y de comer, cualquier cosa.

Ven mejor, conmigo, a casa
Te daré ricos bananos
Mucho maní, muchos cocos,
Y guayabas sin gusanos.

Además tengo un columpio
Para que hagas tus cabriolas,
Te sostienes con las manos
Y te empujas con la cola.

En el árbol de mi casa
Una cunita te espera
Con parales de biscocho
Y de cobija una estera.


Sigue siendo un niño bueno
Sigue contando conmigo
Pero aprende de una vez
A escoger a tus amigos…



5. TRANSFORMACIÓN

Un triste gusanito quejumbroso
Arrastraba su vientre a ras del suelo
Soñando con llegar a ser famoso
Y saborear la dulce miel del éxito.

Pero era tan humilde su presencia
Insignificante, desteñida y poca cosa
Que solamente durante aquellos sueños
Su alma sencilla se juzgaba hermosa.

Encogido esperaba el infeliz,
A que el destino cambiara su suerte,
Cuando una tela oscura le cubrió,
Alrededor del cuerpo y de la mente.





Le cubrieron ropajes de crisálida
Y quedó preso en esa tela blanca
En tules transparentes le arroparon
Con hilos de algodones y de paja.
Esperó resignado el desenlace
De aquella nueva prueba presentida,
No tenía libertad para moverse,
Estaba solo pero tenía vida.

Pasaron las semanas, él dormía
Un sueño que era loca pesadilla
Sin aire puro, sin la luz del sol
Ansiaba descubrir una salida.

Un día se despertó, entumecido
Sintió ceder los hilos que le ataban,
Forcejeó con valor sobre ese saco
Que aprisionada le tuviera el alma.

Descubrió una salida en el capullo
Se replegó con ansia contenida
Y rompió con valor las ligaduras
Saliendo de la trampa hacia la vida.



Al mirar su figura reflejada
En una gota de cristal prendida
Ya no era un gusanillo entumecido
Irradiaba belleza y energía.

Se miró transformado en mariposa
Con los colores bellos de la tarde,
Era libre, orgulloso y apreciado
Todos le miran viendo su donaire.



En la vida sucede muchas veces
Que de sórdido gusano despreciado
Las circunstancias vienen y convierten
En mariposa bella al ignorado.


No existe nada como un día tras otro
En la vida esos cambios acontecen
No existe ley que ofrezca garantía
Para tener el éxito por siempre.

Paciencia y humildad son las virtudes
Que más premia el Señor en sus criaturas
Hay muchos que se vuelven mariposas
Y algunos que retornan en orugas.



6. LOS JUEGOS DE MI ABUELITA

La abuelita conversaba con sus nietos más pequeños
Y trataba de explicarles acerca de lo vivido
¿Cómo era en aquellos días, mientras ella fue una niña?
Cuando la gente vivía de manera tan distinta.

En una época lejana, cuando ni radio tenían
No existía televisión, se bañan en agua fría
Caminan a todas partes, se montan en el tranvía
Y se acuestan a las cinco, a dormir en pleno día.

¡Que sí! Porfiaba la abuela, mi infancia fue divertida
Fui una niña muy feliz con las cosas que tenía,
Fui siempre muy consentida, no me castigaban nunca
Jugábamos en la calle, sin problema ni trifulca.

¿De qué jugabas, abuela, si ni había televisión?
¿Cómo llenabas las horas, no era mucha aburrición?
Si no tenían el Nintendo, juegos de computadora,
Ni Barbies, ni el dragón Barnie, ni siquiera Bob esponja?

Te voy a llevar mi niña, de la mano hasta mi espejo
Para atravesar el tiempo y mostrarte mis momentos
Te llevaré caminando por la orilla del armario,

Pasaremos los linderos de las lámparas de mármol.
Tenía una luna preciosa, el espejo de la abuela
Con su maco de caoba tallado, y cerrojo de hierro.
Con una llave redonda, llenita de recovecos
Al darle vuelta al cerrojo ¡Florecieron los recuerdos!
Abuela y nietas cayeron dando vueltas y más vueltas
Por un túnel formidable, lleno de abrazos y besos De chocolate caliente, de bizcochitos de queso
Torrejas con miel de tapa, y emocionantes recuerdos.
Llegamos al fondo, veo una fila de muñecos
Unas muñecas de trapo con trenzas de medias viejas
Otras muñequitas negras con turbante en la cabeza
Vestidas con encajitos, y sentadas a la mesa.


Allá, soldados de plomo, con uniforme y con quepis
Maromeros de madera, carretas con bueyes viejos
Con orejitas de cuero y colita de coleto.
Chócolas, botones negros, yoyos, trompos de madera
Que fabricaba el abuelo para los varones tiernos.



Cromos de tonos brillantes, yaxes con bola de yeso,
Bebitos de celuloide pintadas boca y cabello,
Muñecas de porcelana, cuerpo de tela cubierto
Cocinitas de latón, con trastecitos adentro.

Teníamos también las bolas, y cuerdas para brincar
Libros llenos de muñecas que se podían recortar
Con trajecitos preciosos, hasta sombreros traían,
Mamá me las recortaba y luego yo las vestía.

Acércate mi nietita, juguemos a “las tinajas”,
Sentaditas en el suelo nos ponemos de cuclillas
Alrededor de la fuente, yo te levanto del brazo
Y te voy a balancear, para que otra niña llegue
Porque ella te va a comprar.

Juguemos a “las estatuas”, cuidado la que se mueva
Yo te jalo de la mano, y vos caes en una pose
Para no moverte más, La que se mantenga quieta
Será la que va a ganar.

Mejor de cuartel Inglés, será mi equipo el que pierda
Si tú corres más que yo, cuando la mano te extienda
¡Hay qué cansancio abuelita! sólo te gusta correr!
Mejor vamos a la tele, hay tantísimo que ver!

Solo un rato más Eugenia, esto sí te va a gustar
Juguemos “la huerfanita” que perdió a padre y a madre
Y la echarán a la calle a llorar su desventura, y cantamos:
“Cuando yo tenía a mis padres, me vestían de oro y plata,
Ahora que no los tengo, me visten de pura lata.”
¡Hay qué juego tan horrible, qué canto más espantoso!
No me parece que a nadie le pueda gustar el tema.
Dijo mi Eu disgustada, no Yaya, ya no juguemos,
¡Me tenés desesperada!

Tenés razón nietecita, son cosas de tiempos idos
De otra gente, de otro mundo, ya tristemente perdido.
Acércate mi chiquita, pregunta
¿De donde Vienen? Venimos de nueva York,
¿Qué oficio traen? Contesta “ya lo verán”,
Ycon mímica los niños el oficio explicarán.
Si los demás lo descubren, los ganadores serán.

Ven acá José Guillermo, juguemos juntos “seguido”
Que se salgan los que pierdan
Uno inventa las monadas, los demás imitarán,
Y los que salen del juego, Una prenda rendirán.
Que les será descontada, con el castigo al final.


Luis Fernando, ven conmigo, acércate ahora a mí
Porque “vamos a la huerta, la del Toro Toro Gil”,
“A ver a doña Ana comiendo perejil
Doña Ana no está aquí, anda en su vergel,
Abriendo la rosa y cerrando el clavel”

Allí corren hacia el centro apartándose otra vez.
También al ratón con queso, alrededor de una ronda
Corre una niña tras otra, y los demás muy atentos
Mirando detrás de quien quedó el nudo del pañuelo.
Si la alcanzan, ella pierde, y si nó, juega de nuevo.

Y pregunta María Lidia: Y el juego de la sortija
¿Cómo se jugaba abuela? ¿Querés jugar la sortija?
Sentaditos en el suelo. Que reparta María Laura,
Manos cerradas al frente, A quien le tocó?
Adivina Fernando, si se equivoca
Deberá dar una prenda para descontar después.
¡Qué piden por esta prenda? ( y la tienes escondida)
Que cante, que baile, que, se arrodille frente a ella
Y se le declare a Inés. Que le de un beso en la boca
Al través del vidrio aquel.
Acércate María Lidia, a jugar suiza en la calle,
Chilillo nos van a dar, o brinquemos la rayuela
Con una tiza en el suelo la podrías pintar,
Para saltarla de nuevo cuando debamos entrar



¿Y con bola no jugaban? Con bola? Ya van a ver
Ven mi Luisito conmigo, ahora te toca correr
Oba, sin mover, con la derecha, con la izquierda,
Para el frente y al revés. Otras veces era el Can,
Y pases peleados otras

Entretanto los varones se escapaban a las pozas.
¿Y no eran agotadores esos juegos tan movidos?
Abuelita, me imagino que terminaban rendidos.
Rendidos pero felices, llenos de vida y de sol
Con aire puro en el cuerpo y mejillas de arrebol.
Y en las noches abuelita ¿qué hacían para divertirse?
Sin una compu, ni tele, deberían de aburrirse.

Por las noches fue la radio nuestra “Caja de Pandora”
El Príncipe Oshima a veces, si no El Mago de la Luna
Radio teatro, Juan Tenorio, Cuentos de mi tía Panchita
Los versos de Rafael Pombo, como el de la viejecita.

De día jugar en la calle, casi no había peligro
Bicicletas en el parque, patines en las acercas,
Mamá y papá dando Suiza de una banqueta a la otra,
Y algunos niños pequeños que jugaban con sus bolas

No había ladrones entonces, ni se cerraban las puertas,
La ciudad era tranquila, marchábamos a la escuela.
Un par de zapatos negros que duraba todo el año
Una falda con dos blusas, nadie lo juzgaba extraño.


Pero dime abuela Yaya ¿cuales marcas se usaban?
¿Y a Disneylandia no iban? ¿Ni a patinar en el hielo?
No conocíamos más marca que la que mamá compró
Ir en tren a Puntarenas, y entonces Sanseacabó.





Y los zapatos de tenis, y los jeans, y los leotardos?
No había aeróbicos entonces? No practicaban deportes?
¿El deporte? Caminar cuatro veces al colegio
Todos a pie, llueva o truene. ¿Y si llueve?

Si llueve, la frotación con aguarrás y periódico
Los zapatos en el horno. ¿Y si estabas indispuesta?
Un purgante de castor, que te embutían por la boca Colocándote un tapón

Nadie enseñaba las piernas, y menos el bustamento
Panza afuera ¿Ni pensarlo! Ni aretes en el ombligo
Eso para las artistas que trabajan en el circo.
Aún así fuimos felices, porque fueron otros tiempos

Tomándolas de la mano, llevó la abuela a sus nietos
Para subir aquel túnel y recomenzar la vuelta
Tratando de acomodarse a una nueva actualidad,
Pidió a los nietos ayuda, para ver la realidad.


Aprendió computación, con mucha dificultad
Pero en el aprendizaje puso una gran voluntad,
También aprendió, luchando, y propuesta a responder
A manejar el BH, teléfono celular, disco compacto y casete.



Hay que vivir con los tiempos, viva la tecnología
Compartir con estos niños que son toda mi alegría
¡Bienvenido el Nuevo Siglo con su realidad virtual,
Hologramas, rayos láser, y tanta barbaridad!
Pude vivir los extremos, sin dejar de disfrutar.
De la carreta al Sputnic, y de la opereta al rap,
De la olla de carne a los combos,
¡Qué bueno poder cambiar!


7. VIAJANDO EN EL TREN

Chucu, chucu, chucu, chu
Pui, Pui, chucu, chucu, chu,
Las volutas de vapor
Brotan de la chimenea
Y con ritmo de tambor
Los coches se bambolean.

Sobre líneas y durmientes
Mientras cruza la montaña,
Las selvas y las praderas
Atravesando la pampa.

Chucu, chucu, chucu, chu,
Pui, Pui suena la bocina.
El tren desfila imponente
Subiendo por la colina.

Salió del túnel oscuro
Cruzó el puente sobre el río,
Le rodean rocas enormes
Y es muy profundo el vacío.

Las vacas y los caballos
Se ven como de juguete
Tan rápido van los carros
Que no parecen moverse

Las casas y los jardines
Miro pasar presurosos
Da la impresión que el paisaje
Es quien viaja, no el coloso.

¡Qué lindo viajar en tren
Refrescarse en el pasillo,
Y subirse en el andén
Para observar el camino.

Yo quiero viajar en tren
Mamita, es tan divertido
! Atravesar las montañas,
Los potreros y los ríos!

Chucu, chucu, chucu, chu
Cómo suena de bonito
Va despertando poblados
Con lo alegre de su grito.

8. EL CALLEJÓN
Debajo de una piedra
A orillas del riachuelo
Está la mariquita
Tratando de alzar vuelo.

La oruga, perezosa,
No la deja pasar
La pobre Mariquita
Por ella siente pesar.

Que venga ya el abejón
Que es un juez muy justiciero
Si le manda un pisotón
La remontará hasta el cielo.

La oruga no se movía
Tenía muchísimo sueño
Por eso no se corría
Ni meneaba el esqueleto.
“Que se retire la oruga”
Dictaminó el abejón,
No puede pasar la gente
Si ella está en el callejón.

9. UNA FIESTA EN El MAR
Caminando por la playa
Yo me encontré a un caracol
Que se pasaba las noches
Cantando en el malecón.
Llevaba a cuestas su casa.

Desordenadas las faldas
Un corbatín de colores
Y una guitarra a la espalda.

Las almejas aplaudían
Con sus conchas separadas,
Clap, clap, sonaban sus tapas
Repitiendo la tonada.

El caballito de mar
Galopaba entre las rocas
Y las estrellas marinas
Jugueteaban con las focas.

Los corales, tan altivos,
Tan elegantes y rojos
Coqueteaban con las algas
Y les guiñaban los ojos.


Y las esponjas marinas
Todas suaves y flexibles,
Serpenteaban vanidosas
Sus cuerpecitos de mimbre

Era todo un festarrón
Aquella boîte de la playa
Tocaba el pulpo el trombón
Y el tiburón la guitarra.

Las tortugas, castañuelas,
El caimán con la marimba
El calamar toca el piano
Y suena el violín la anguila.


Yo me sentí muy dichosa
Ante tanta maravilla
Tanta fiesta, tanto canto
En el mar de mentirillas.

Y les pedí por favor
Que me inviten a la fiesta
Porque yo quiero bailar
Con el ritmo de su orquesta!!!
10. EL MONITO CARIBLANCO


El monito cariblanco, le dijo así a su mamá:
“Si mis amigos me llaman, me iré con ellos al bar”
Mamita le suplicaba: Monito, no seas tan terco
Tú eres un monito bueno, Yo sé lo que te aconsejo.

En el bar no hay cosas ricas, ni comidita sabrosa,
Sólo te darán bebidas y de comer, cualquier cosa.
Ven mejor, conmigo, a casa, te daré ricos bananos
Mucho maní, muchos cocos y guayabas sin gusanos.

Además tengo un columpio, para que hagas tus cabriolas,
Te sostenés con las manos y te empujas con la cola.
En el árbol de mi casa, una cunita te espera
Con parales de biscocho y de cobija una estera.

Sigue siendo un niño bueno, sigues contando conmigo
Pero aprenderás al fin, a conocer tus amigos…

11. MININO ASESINO


Minino, mirrau, minino el hermoso
Se arregla, se peina, y bosteza goloso
Se chupa el bigote, entrecierra los ojos
Sueña con tragarse mi pescado rojo.

¡Si sale mi amita, subiré al sillón
Y de un solo trago me lo como yo!
El pobre pescado está temeroso
¡Qué malo mirringo, es tan horroroso!
De solo mirarle me siento morir
Y no sé en qué forma podría yo huir,
De mi pecerita no puedo salir
¡Qué va a sucederme? Yo quiero vivir!


El ratón Ulises, que habita el salón,
Es un ratón viejo de buen corazón,
Saliendo del hueco donde está su casa
Dispuesto a salvarle le aconseja calma.

¿Qué calma tendrías, mi viejo ratón
Si te vieras preso en mi situación?
¡Calma ratoncito! todo pasará
Ese gato malo no lo logrará.
El ratón corriendo atraviesa el cuarto
Y el gato furioso tiene un arrebato,


Mientras el amigo distrajo al felino
El buen pececito se quedó tranquilo.


Minino enojado persiguió al ratón
Olvidando entonces su cruel intención,
Ulises, el sabio, regresó a su nido
Piensa el pececito: “Hoy mismo he nacido”.

12. LA INTRUSA
En el nidito caliente que le tejió su mamá
Estaba la pajarita ajena de todo mal
Dormitando entre cobijas y soñando son volar.

Pero en eso, una taltuza, que es maldita y pendenciera
Se subió sobre una tuza
Para usarla de escalera ,
Para llegar al nidito, donde pajarita sueña.


“Yo creo que mamá pájara, comida salió a buscar
Es el momento preciso para que yo pueda entrar
Y tendré carnita suave a la hora de almorzar.”
Muy cerca, doña lechuza, se había puesto a observar
Molesta con la ladina que destruiría aquel hogar.
Entonces gritó muy alto, a lo que le dio el pulmón
Alertando a mamá pájara, que enseguida regresó.


¡Maldita taltuza vieja! ¿Querías matar a mi niña?
Ahora voy a perseguirte hasta llegar a tu esquina.
Me la pagarás, bandida, te daré una gran paliza
Y picaré a tus hijitos para borrar tu sonrisa.

Y volviéndose a su niña, le dijo así, sin tardar:
Qué susto mi pajarita, ¡Casi te pierde mamá!
Si doña lechuza calla, se habría acabado mi hogar.
Nada mejor en la vida, que tener buenos amigos,
Vecinos que colaboren para cuidar nuestros hijos.


13. LA FUENTE DE MI JARDÍN

En la fuente cantarina
Con chorritos de cristal
Las gotitas azulinas,
Reflejan la luz divina
De un lindo cielo estival.

Avecitas vuelan raudas
Y se deshacen en trinos
Y el aroma de las flores,
De muchos, muchos colores
Va perfumando el camino.

A ese lugar de mi encanto,
De perfumado candor
Llegó Gloriana, mi nieta,
La niñita de mi amor.

Y jugó con las gotitas,
Mitigando su calor.

Hizo un bello ramillete,
Con margaritas y calas,
Y vio lindas mariposas
Que desplegaban sus alas.

Allí conoció a Niní,
La avispita bailarina
Y al gusanito Julián,
Verde, y con antenas finas.

También conoció a Pancracio
El abejón vagabundo
Y a la hormiguita Dominga
Que picaba a todo el mundo.

Vio las ninfas de las flores
Asomarse entre el verdor
Y a los elfos delgaditos
Transpirando de calor.
Gloriana encontró belleza
En el jardín de la fuente
Encontró muchos amigos
¡Y toda muy buena gente!

14. LAS ARDILLAS



Hay en el árbol frondoso, un nido grande de ardillas
Cafecitas y veloces, graciosas y consentidas.
Estas ardillas vivaces de destellantes ojitos
Que brillan en el ramaje cual carbones encendidos.

Se suben pronto a las ramas, revoleando las colas
Como banderas al viento, como plumas voladoras.
Llevan entre sus manitas, un puñado de semillas
Las tiene para el invierno, guardadas en la buhardilla.

Tienen llena la alacena con almendras y con nueces,
Porque en época de frío, la comida no aparece.
En un hoyito del árbol hicieron su apartamento
El dormitorio, la sala, y un calentador con heno
Para mantener caliente la cuna de los pequeños.

Son tan lindas las ardillas, tan ágiles y vivaces,
Se les inflan las mejillas cuando mastican voraces.
Sus mandíbulas no cesan, sólo roer y roer
Y corretear por las ramas, para frutos recoger.

Son como ninfas graciosas, un adorno del vergel.
A esas creaturas inquietas, mirarlas es un placer.

15. LA REUNIÓN DE LOS VECINOS

En el bosque se han reunido
Dispuestos a discutir
Los vecinos de la aldea
Que así no pueden seguir.

Doña zorra es la abogada
Que dirigirá el debate
Pero está desesperada
Escuchando disparates.

Resulta que las gallinas
Ponen su queja formal
De que el gallo no las deja
Ni siquiera cacarear.

El gallo entre tanto dice
Que está aburrido y molesto
Porque apenas se despierta
Ellas le hacen malos gestos.


Por otra parte las ranas
No terminan de croar
Porque dicen que las aguas
Les llegan sucias no más.
Resulta que los coyotes
Se bañan en la montaña
Y esas aguas asquerosas
Deberán beber las ranas.

Por otra parte el pizote
Alega por sus derechos
Si a él le gusta vivir sólo
¡Que el mono se vaya lejos!

Mientras tanto el mono dice
Que esa, es la selva de todos,
Si a él le gusta columpiarse
Lo va a hacer, de cualquier modo.

Si al pizote le incomoda Que se busque otra guarida
El árbol en que se esconde
Es en donde el mono anida.

Por otro lado las garzas
Graciosas y distinguidas,
Se han hecho dueñas del lago
Y de sus aguas dormidas.

Entonces los pececitos
Que viven en ese lago
Ya no logran ni moverse
Pues la garza se los traga.

Las temibles anacondas
Ya no pueden enroscarse
Porque de todos los troncos
Se han apropiado las aves.

Los zorrillos tan hediondos
Están tristes y llorando
Porque todos sus vecinos
Les huyen como a los diablos.

Y los vecinos del barrio
Se defienden explicando
Que el zorrillo es tan hediondo
Que no pueden soportarlo.

El tigre amarillo y negro
Está desaparecido
Ya no sale de su cueva
¡Hay tanto espacio perdido!


Ante tanta discusión
La zorra lava sus manos
¡Los animales se portan
Como si fuesen humanos!
AVISPITA PICA PICA
Bzz, bzz, bzz, suena en el patio
Un zumbido musical
Son las avispas doradas
Fabricando su panal.

Tienen su reina escogida
Tienen zánganos dispuestos
Y las pobres esclavitas
Que trabajan todo el tiempo.

Ellas viven sumergidas
En su constante bregar
Jamás toman un descanso
Ni dejan de trabajar.

Cuando alguno se interpone
Entre su vida ordenada
Ellas salen de la casa
Y se lanzan de picada.

Pican duro las bandidas
Hasta que levantan roncha
Pero es su primer deber
Proteger a la colonia.

Cuando encuentres un panal
No se te ocurra golpearlo
Porque entonces si verás
Lo terrible de afrontarlo.

Ellas se lanzan con fuerza
Con sus espadas desnudas,
Y clavan sus aguijones
Picando sin mayor duda.

Cuando eso te suceda
Verás lo que te decía
Vale más andar de lejos
Y no parase a la orilla.

16. PAJARITOS CANCIONEROS

En el jardín de mi casa
Hay un árbol de romero
Con hojitas lanceoladas
Que perfuman el sendero.

En las ramas primorosas
De ese arbusto tan pequeño
Tienen su nido unas aves
Que cantan en el invierno.

Son avecillas preciosas,
Del color del firmamento
Sus piquitos amarillos
Sus colitas de luceros.

Son el papá y la mamá
Cuidando siempre a sus tiernos
Que esperan en el piquito,
Recibir el alimento.

Mamá pajarita cuida
A los bebés más pequeños
Mientras papi vuela y vuela
Hasta encontrar bastimento.

Nacieron lo más horribles
(¡Unos huesitos con pelos!)
Pero van creciendo hermosos
Como flores de cafeto.

Jamás vi nada tan bello
Como el amor maternal
Que reciben los pequeños
Mientras no saben volar.

Todos los padres del mundo
Sin excepción ni distingo
Deberíamos aprender
De esos padres, pajaritos.

17. EL CARACOL



Caracol, caracolito
Tan pequeño y resbaloso
Que te entierras en la arena
Y sales por cualquier hoyo.

Tu caparazón de concha
Es duro, a prueba de esfuerzo
Pero tu cuerpo es apenas
Un puñito de pellejos.

Tienes unas antenitas
Para adivinar lo que hay
Cuando sales de repente
Y no alcanzas a mirar.
e metes al mar profundo
Y no sientes ningún miedo,
Entre la arena te hundes
Para descansar tus huesos.

Yo no sé qué sentirás
Cuando una ola te envuelve
Posiblemente será
Para ti, sólo un juguete.

Siendo tú tan pequeñito
Aparentemente débil
Demuestras ser muy valiente
Cuando en el mar te sumerges.

Juegas con las caracolas
Y los caballos de mar
Te entusiasmas con las olas
Y disfrutas de nadar.

Tan distinto a otras especies
Dejas tu casa olvidada
Y cambias de residencia
En todas las temporadas.

Residencias olvidadas,
Que yo recojo en la playa
Junto con otras conchitas
Que la playa me regala.






18. MAMITA TORTUGA

Iba mamita tortuga
Caminando siempre lenta
A la escuela de sus niños
Que esperaban la merienda.

En la canasta llevaba
Unos ricos caramelos
Biscochos de levadura
Y un refresquito de afrecho.

Al pasar por la calleja,
Halló un charco embarrialado
La pobre mamá tortuga
Se volcó, y quedó de lado.

Fueron pasando las horas
Y nadie vino a salvarla
La pobrecita tortuga
Se estaba desesperando.

¡Qué le pasará a mamita?
Preguntaban sus hijitos
Ella es siempre tan cumplida,
Nunca nos deja solitos.

Por suerte doña lechuza
Escuchó los comentarios
Y se fue por el camino
A buscar, entre los palos.

Le dieron pena los niños
Y fue a buscar a su amiga
Y la encontró boca arriba
Pataleando entre aquel barro.

Trajo una rama muy larga
Para que se diera vuelta
Y se apoyó en una piedra
Hasta que logró volverla.

Hay gracias, dijo tortuga
¡Qué amiga tengo tan buena!
Acompáñeme al colegio
Y la invitaré a una cena.


19. EL GALLITO VALENTÓN

Se llamaba Juan sin Miedo
Aquel gallito caliente
Y proclamaba a los viento
Que era un gallo muy valiente.

Aunque apenas levantaba
Un palmo desde la tierra
Él se sentía tan enorme
Como un carruaje de guerra.

Mamá gallina sentía
Un gran temor por su niño
Porque era necio, orgulloso,
Pendenciero y consentido.

Cuando sale el sol radiante
Y el gallo papá lo anuncia,
Juancillo se mete en medio
Sus alaridos asustan.

Él quiere ser el más grande
Quiere ser gallo de patio
Tener poder sobre todos
Y pavonearse cantando.

Papá es un gallo paciente
Pero ya lo tiene frito,
Ese pollito insolente
Que se pasa el día en un grito.

La señora del corral
Está pensando engordarlo
Y venderlo en la ciudad
Como gallo é campanario.

También puede suceder
Que engorde lo suficiente
Para que venga algún cliente
Y lo use para el tamal.





20. EL PINGÜINO

Preso en su blanco castillo
Rodeado de montes blancos
Entre destellos de luna
Y parpadear de relámpagos.




Habita el señor pingüino
Señor de tierras del ártico
Un señor de horca y cuchillo
Entre terrenos nevados.

Tan sereno y elegante
Siempre viste de etiqueta
Traje entero negro y serio
Corbatín y servilleta.

El ave camina lento
Balanceándose al andar
Sus patas anchas y planas
No le dejan resbalar.

Detrás viene, balanceándose
La señora pingüinita
Y mas atrás los pequeños
Que le siguen de cerquita.
La familita completa
Vive rodeada de nieve
Dichosos, porque tendrán,
Montones de helados, siempre.
21. RATONCITO RASPA RASPA

De un hoyito de la sala
La esquina tras el sillón,
Sale corriendo un bichito
Gris, con ojos de carbón.

Es gracioso y rapidito
Tiene una cola muy larga
Unas orejas rosadas,
Y bigotes en la cara.

Mamá le tiene pavor
Y grita sobre una silla
Cuando el pequeño ratón
Se asoma por la cortina.

Es un bello animalito
Tan pequeño y tan vivaz,
Él se oculta rapidito
Y no se deja cazar.

Compraron un aparato
Para pescar al ratón
Pero él se ha comido el queso
Y corriendo se escapó.
Van a traer una gata
Para que venga a cazarlo
Yo le he pedido a papá
Que no la deje matarlo.
Un animal tan gracioso
No debe ser perseguido
Es tan cómico y precioso
Que hasta famoso se hizo.

Y si nó dígame usted
¿No es, el Mickey Mouse famoso?
Ningún otro animalito
Podría ser tan exitoso.

22. RICITOS

El conejito ricitos
Es muy juguetón y listo.
Él se divierte solito
Dando brincos y más brincos.

Se come lo que se encuentra,
Sea lechuga o zanahoria,
Las plantas de los jardines
Y las flores de achicoria.
Todito lo que descubre,
Se lo lleva hasta la boca.

La señora de la hacienda
Está molesta y cansada,
No hay forma de que el conejo
Aprenda a respetar nada.

Cierto que está muy bonito
Pero es también muy molesto
Habrá que ponerle freno
Y castigarlo por eso.


Le construyó un encierrito
Una barrera cerrada,
Con hileras de ladrillo
Con cemento reforzada.

Pero el maldito conejo
Valiéndose de las patas
Pudo perforar un túnel
Y salir bajo la barda.

Desesperada la dama,
Mandó traer a un cazador
Para que él le disparara
Al conejo destructor.

Se había comido los muebles,
Los colchones, los zapatos
Los juguetes de los niños
Y el cajón de los helados.

Al llegar el cazador
La dama lo contrató
Pero cuando lo vio cerca
La señora reaccionó.


No, yo no puedo matarlo,
Pobrecito mi conejo
Será mejor soportarlo
¡Y que se muera de viejo!

23. LA GATA MILÚ
Marcia Isabel, la mayor, De ojitos de caramelo
Irenita la segunda Con boquita de ciruelo.


Y Elenita la tercera,
Dulce y tibia como el sol
Son las tres niñas preciosas
Que nos regaló el Señor.

,Las pequeñas consentidas,
Más vivas y más graciosas
Las criaturitas hermosas
Con que Dios nos obsequió.

Ellas nacieron las últimas
Dentro de todos mis nietos
Y han sido para mi vida
Una nueva bendición.

Tienen una compañera
Que las cuida y las protege
Una gata sandunguera
Que sobre un sillón se duerme.

Milú es una señorona
Que no se asusta con nada,
Poco falta para que hable
Porque todo lo señala.Cuando quiere entrar en casa
Se sube por la ventana
Y tocando con las uñas
Logra que alguno le abra.
Pero si es que está adentro
Y lo que quiere es salir,
Arañando así la puerta
Nos obliga a ir a abrir.

Milú tiene su cama
Muy cerca del comedor Pero si pasa a la sala
Se acuesta sobre el sillón.

Y no importa si hay visitas,
Ella pasa por encima
Se acuesta entre dos personas.
Y se vuelve panza arriba. Como una dueña de casa
Que se encuentra en su derecho
Milú se estira y se encoje,
Restregándose en el lecho.



24. QUINCE DE SETIEMBRE

Es quince de setiembre, hoy cumple años la patria
Esta patria pequeña que nos viera nacer,
La patria generosa que nos brinda el sustento
Dándonos el tesoro de su feraz vergel.

En su celeste eterno de límpida pureza
Vibrante de luceros, refulgente de sol
Rojos atardeceres que pintan la maleza
Como enormes panales reventando de miel.

Hoy cumple años la patria, la madre de los sueños
Hoy pide de sus hijos, nobleza y honradez.
Trabajo, estudio, esfuerzo, por sacarla adelanteNo servirse de ella ni ensuciarla al caer.

Los nobles labradores que formaron la patria
Los hombres de respeto que nos vieron nacer
Esperan que los hijos que heredamos su esfuerzo
Devuelvan a esta patria su orgullo y altivez.

Es quince de setiembre, cumple años Costa Rica
Su historia es de derecho, justicia y equidad
Por verla siempre libre, orgullosa y estricta
Muchos hombres murieron, protegiendo su paz.

Si el mundo de hoy en día ha perdido valores,
Si lo que importa ahora es solo poseer
Rescatemos al menos a nuestra Costa Rica
Tan pobre y tan honrada, como lo fuera ayer.

Es quince de setiembre, escuelas y colegios
Lucen sus uniformes de gala y esplendor
Charreteras doradas, botas y banderines
Pabellón del Colegio, lo llevan con honor.

Esta forma tan nuestra de celebrar el día
Retrata sentimientos y formas de pensar
Desfilan los pequeños, faroles y banderas
Carrozas campesinas y bandas de percal.

No queremos soldados, no los necesitamos
Tampoco tener armas, no nos gusta matar
Hemos sido tan libres sosteniendo el orgullo
De ser en toda América, el ejemplo de Paz.

25. APRENDIENDO LOS NÚMEROS



Qué lindo es conocer los números ahora,
Ya no estoy confundido cuando debo contar
Si me dan un billete, conozco cuanto vale
Ya sé cuál es el vuelto que me tiene que dar.

No uso ya mis dedos, a veces necesarios
Pero se me terminan cuando llego hasta diez,
Ya no los necesito, conozco los valores
Me los sé de memoria, y los recitaré.

El UNO es el primero, con él todo comienza,
El DOS es el segundo, junta uno con uno
El TRES sigue a los otros, es un número impar
Y luego sigue el CUATRO, que es dos y otros dos más.

El que sigue es el CINCO, se suman dos más tres
El SEIS viene seguido, es dos, mas dos, mas dos,
El SIETE es tres más cuatro, ese es también impar
Los días de la semana, y celebra el Sabbat.

El OCHO es un biscocho de cuatro y cuatro más
El NUEVE es cinco y cuatro para poder llegar,
Al DIEZ que es la decena, de cinco y cinco más
Como los diez deditos que tengo que lavar.

¡Qué lindos son los números! los estoy aprendiendo
Porque es muy importante el sumar y el restar
Aunque hay calculadoras para hacerlo más fácil
Con mi propio talento las puedo superar.

Aprenderé el teléfono de abuela y la maestra,
Aprenderé las fechas que deba recordar
Aprenderé los precios de juguetes que quiero
Me encanta saber números, me ayudan a pensar.

Cuando venga a la escuela el vendedor de frutas
Podré pagar la cuenta sin temor a fallar
Ya no puede engañarme un niño ni un adulto
Ya conozco los números, ahora sé calcular.


26. LA PINTORA DE MI CASA

Una figura preciosa, Con andares de princesa
Una niña tan hermosa, Como una tarde de fiesta.

Así es Mónica mi nieta, Toda vida y alegría
Arriesgada y atrevida, Inteligente y sencilla.

Entre tantas nietecitas Con que me premió el Señor
Tengo un ramo de azucenas De hermosura y de candor.
Unas que ya son señoras, Señoritas otras más
Y estas niñas pequeñitas Que han alegrado mi hogar.

Amante de animalitos, Moma tiene ese problema
Le encantan los bicharachos,No hay forma de que les tema.

Pertenece a un club de amigos, Protector de los insectos
Y con ellos va de gira, A coleccionar sin tedio,
Alimañas terroríficas,
Que a su abuela causan miedo.

Ama también a los perros, Quiere comprárselos todos
Aunque en su casa ya hay cuatro, A ella le parecen pocos.

Entró a clase de pintura, Y participa en eventos
En más de una exposición Ha presentado sus lienzos.

Tiene apenas nueve añitos. Mi encantadora muñeca,
No le fascina la escuela, Aunque sus notas son buenas.

Ama a su madre y su padre, Con el amor más intenso
Quisiera que para siempre. Pudiese dormir con ellos.

Hermana de las mejores, Es la líder de sus primas
Víctima de tanto amor. Unas veces se respinga.

Cuando el ratón de los dientes. Le ha dejado un dinerito
Si no le parece justo, Ella le deja un escrito.

De esta forma sucedió,Con el último regalo
El ratón dejó mil pesos, Debajo de su almohada.

Pero a Mónica aquel pago, No le pareció sencillo
Porque no era un simple diente, Era más bien un colmillo.

Entonces, cuando el ratón, Volvió a pasar por allí
Ella le dejó una carta, En que se expresaba así:

“Esto está mal mi señor. Le dejó a mi compañera
Mil colones por un diente, Lo mío un colmillo fue
Usted debe un remanente”, ¿Es que me he portado mal?
¡Respóndame por favor! Porque un ratón de los dientes
Debería ser un señor!

27. APRENDIENDO LAS LETRAS

A la escuela machamos con gran expectación
Somos niños pequeños ansiosos de aprender
Venimos de la casa temblando de emoción
Por los conocimientos que nos harán crecer.

Eso de las letritas, que dice la maestra
Que son tan importantes para el diario vivir,
Tomemos un cuaderno, el lápiz y el tintero
Dispongamos entonces aprender a escribir.

La primera letrita es la A de amarillo
La segunda letrita es la B de balcón
La tercera es la C de cama y de cepillo
Y poniéndole una H se escribe chaparrón.

Luego sigue la D de dedo y de delito,
La E de ensortijado, la E de ensoñación
La F de famoso, F de favorito
La G de gato Félix, G de generación.

Y con la H muda, termina la lección.
Mañana habrá repaso leyendo el pizarrón.
¡Qué linda fue la clase! Mañana volveremos
¡Qué buena la maestra, cuanto nos enseñó!

Hagamos la tarea como mejor podamos
Con nuestra mejor letra y con dedicación
Que la maestra sepa que todos disfrutamos
Esta linda aventura de saber la lección.

Volveremos entonces a conocer más letras
Hasta que terminemos con el abecedario
Y cuando acabe el año habremos aprendido
Asuntos importantes y siempre necesarios.


28. EL NIÑO Y EL RUISEÑOR
Obra para teatro.
Personajes:
Narrador. La maestra.
Josecito, niño de seis años
Quincho: amigo y compañero de juegos, hijo del mandador
Mamá pájara, un niño pequeño. Pajarito, otro niño
.La rana, niña
Las mariposas. Otras niñas.
NARRADOR:
Josecito es un niño inquieto, imaginativo y juguetón, de grandes ojos negros bordeados de enormes pestañas, mejillas sonrosadas, cabello ensortijado. A sus escasos seis añitos tiene un corazón aventurero, no teme a nada, es amigo leal y ama a los animales casi igual que a sus amigos.
Vive en una hacienda cafetalera de la meseta central, lo que le ofrece libertad de movimientos. Sale a jugar desde muy temprano, sube sobre las carretas, con los peones y sus hijos, corretea por el gallinero a gallinas y patos.

Monta bien a caballo, conoce a todos en la hacienda, los vecinos le quieren y le cuidan, es un niño bueno. Quincho es su mejor amigo le aventaja en edad y en estatura, pero no en viveza y valentía. Quincho ya va a clases a la escuela del pueblo, cursa el Primer grado, y ya sabe leer.


Josecito: Hola Quincho ¿Quihubo? La mañana está linda, ¿Me acompañas al río a pescar olominas? traje unos tarritos porque ayer pasé por la quebrada y hay montones de renacuajos y cabezones.

Quincho: No José, ¿Cómo se te ocurre? Se te olvida que tengo que ir a la escuela, dejémoslo para más tarde, después de que yo haga la tarea ¡Y no se te ocurra ir solo! es muy peligroso.
José: bueno, ni modo! Veré en qué me entretengo. Es que ¡Estoy tan aburrido!

Narrador: Entrando por el sendero que atraviesa los sembrados, Josecito va cantando persiguiendo mariposas, con la bolsa de red que el tío le regalara. Como es un niño tan bueno, clasifica las mariposas, las dibuja y después las deja libres, las mariposas lo quieren porque él es un buen amigo.

José: ¡Qué mariposa tan chiva!, esa si que no la tengo, es dorada con celeste, como un girasol en vuelo, voy a dejarla volar y la quiero registrar, porque después no me acuerdo!

Narrador:
José sacó de su bolsa, lápices y una libreta, midió a la mariposita, y dibujó su contorno, apuntando en la libreta los colores de su adorno. La voy a llamar Lucía, como se llama mi tía.

José: ¡Qué buen palo de jocotes, son jocotes tronadores, voy a treparme en el palo para apear algunos de ellos! Hay mi Dios! no me di cuenta de que hay un gran avispero, las avispas están dundas, mejor me bajo hasta el suelo! Me conseguí un palo grande, para apear otros jocotes, me atarugué con la fruta, y me manché la camisa, tendré que acercarme al río para lavarla de prisa, mi mamá se enojará si la mancho de amarillo, porque me tiene advertido de no ensuciarme el vestido.
Pero qué torpe he sido, no me fijé en ese nido, y lo boté sin querer, y ahora ese pajarito no sabe qué puede hacer! está piando sin cesar, seguro muy asustado, voy a agacharme de nuevo y ponerlo a buen recaudo, colocándolo en el nido donde lo dejó mamá. Miro tres huevitos nuevos, que están dentro del nidito, los pongo con gran cuidado, tratando de no apretar, porque la mano de un niño, podría hacerles un mal.

Narrador: Sin estar consciente de ello, el niño corrió hacia el río, olvidando por completo, el consejo de su amigo.

Mamá pájara furiosa:
Pipiripiau niño malo, botaste mi lindo nido, por no fijarte en las cosas, y ser poco precavido, sólo haces tu voluntad, y has hecho daño a mis niños, pero yo te picaré hasta dejarte dolido.
José: Mil perdones pajarita, no tuve mala intensión, solamente soy un niño y tengo buen corazón, cuando golpeé tu nidito para apear unos jocotes, miré solo aquella fruta y no reparé en los bordes. Pero ya levanté el nido y lo puse en esa rama, y a tus preciosos hijitos no les ha pasado nada.
Pajarito bebé:
Pío, pío, pío, pío, no estés molesta mamá
El niño tiene razón me levantó con cariño
Y en el nido me posó, hoy yo quiero ser su amigo
Él fue quien que me socorrió, quiero cantar en su oído
La canción del ruiseñor.
Mamá pájara:
Está bien, todo olvidado
Ten cuidado en adelante
Puedes hacer mucho daño
Al no medir lo que haces.
Josecito:
¡Qué gran susto me pegaste!
Amiguito ruiseñor.
Por suerte que no llegaste
A sufrir algo peor.
Seguiré por el sendero,
Buscando tréboles rojos
Y buscando gusanitos,
Abejones y gorgojos.

Allá viene doña rana,
Corriendo para saber
Por qué me grita su mama
Y de qué hablamos los tres.

Doña Rana:
Buenas, amiguito José,Qué dichosos son mis ojos
Hace días que no llegabas
A embarrialarte en los pozos.
Josecito:
Doña rana, gusto en verla,
Estoy temblando del susto
Por apear unos jocotes
Hice un movimiento brusco,
Un nido se cayó al suelo
A un pajarito boté,
Deberé tener cuidado
Para no meter los pies.
Por allá viene corriendo
Nuestra amiga lagartija,
Se salió de su camino
Y se coló en la rendija.
Doña Lagartija, (con acento mexicano)
Híjole mi Josecito,
Tanto tiempo e no verte
Te encuentro muy repuestillo,
Espero que tengas suerte!
¿Y por qué viniste sólo,
No vino Quincho con vos?
¡Para subirse a los Palos,
Nadie como ustedes dos
:
Josécito:
Quincho hoy está en la escuela,
No pudo venir conmigo
Pero yo estaba aburrido
Y me vine solo al río.
Lagartija:
No te acerques mucho al río
Puede ser muy peligroso
Hay un lagarto muy malo
Que está escondido en el pozo.
Josecito:
No, si no me pasa nada,
Voy a acercarme un poquito
Para lavar mi camisa,
Y pescar con el tarrito.
Narrador:
Acercándose a las piedras,
Para bajar hasta el río,
Perdió el niño el equilibrio
Y rodó por un desvío
Cayendo dentro del pozo
Con el lagarto dormido.
Sonó un rugido estridente,Cayeron piedras al río,
Y asomándose a la gruta,
Salió el lagarto temido.
Josecito:
Auxilio, auxilio, me mata,
Alguien que venga a ayudarme
¡Papá , mamá, Quincho amigo,
Alguno venga a sacarme!
Narrador:
En eso se oyó en el cielo,
El ruido de muchas alas,

El canto de un ruiseñor
Interrumpió la mañana.
Desde lo alto, en formación,
Bajó un regimiento de aves:
Colibríes, come maíces,
Viuditas, canarios finos
Palomas, doña lechuza,
De piuses una legión,
Se lanzaron a los ojos
Del miserable lagarto,
Que metiéndose en el pozo
Desapareció en el acto.
Josecito:
Mamá, papito, me ahogo,
Yo no sé nadar aquí,
El lagarto ya se ha ido
¡Pero yo voy a morir!
Las Mariposas:
Venimos a rescatarte
Porque eres nuestro amigo
Todas volamos unidas
Para venir a salvarte.
Nunca quisiste matarnos
Cuando entramos a tu red,
Ahora haremos una soga
Para sacarte con bien.
Unidas ala con ala,
Y todas entrelazadas,
Te rodearemos el tronco
Por debajo de tus brazos,
Para levantarte en peso
Y colocarte en el pasto.

Josecito:
Gracias, gracias pajaritos, y
Amiguitas mariposas
Por salvarme en este trance
En que me he visto metido
Por ser tan desobediente,
Y no atender los consejos
De papá y de mis amigos.
Aunque cometí el error
De venirme solo al río,
Prometo que, en adelante,
Voy a ser más comedido.
Perdonen papá y mamá
Haberles dado este susto
Desde hoy en adelante
Sólo haré lo que crea justo.




29. EL GNOMO DE LA PRIMAVERA TICA


Una obrita muy alegre, sobre nuestra primavera.
Personajes:
Gloriana, niñita de seis años
Abuela Yaya, viejecita amante de las flores.
Mariquita, un abejón.
Señor oruga: un gusano
El quetzal: ave muy bella.
La Rana Sultana: una rana muy señora.
El monito cariblanco, un monito muy travieso.
Los arbustos., varios niños
El gnomo de la primavera, un niño muy vacilón.
Narrador: una maestra.


Narrador:
Una mañana cualquiera, estaba la abuela Yaya
Lamentándose muy triste, sentada por el jardín,
Llamando a la primavera, que no quería venir.
Es que ya llegaba marzo, los palos estaban secos
Sus ramas botaban hojas, pero aún no florecían
Si la lluvia no llegara, en invierno morirían.
Abuela:
Qué pasa, Señor, qué pasa? Ya se termina febrero
Y mi montaña no viste con aquel ropaje espléndido
De las flores exquisitas que engalanan mi jardín,
Si no florecen mis árboles, preferiría morir.

Narrador:
Escuchándola escondida, entre los setos del parque,
Gloriana estaba tendida, sobre el césped del jardín
Escuchando a su abuelita, ella dispuso a partir.
Glory:
Pobrecita mi abuelita ¡Ella es tan buena conmigo!
Voy a ayudarle al instante, buscando a mi buen amigo
El duendecito del bosque, que vive dentro del parque
Y que conoce la forma, de acudir cuando le llamen.

Mi abuela se siente triste, porque el árbol no florece,
Puede ser que “El niño” venga, porque el árbol desfallece,
O pudiera ser también, obra de ese malhechor, el gran Brujo de la Tala,
La quema y la destrucción, que todo lo que se encuentra
Lo transforma en un carbón.

El secuestró a Malinchín, Espíritu de las flores,
Que es quien riega las semillas y protege los colores
Cuando se acaba el verano, y comienzan las lloviznas
Malinchín las distribuye, sobre todas las semillas.


Es el dueño de la vara, que indica la floración,
Pero ha sido secuestrado por ese brujo mayor.
Que aborrece a las viejitas que anhelan la floración.

Narrador:
La niña se fue internando entre los setos del parque
Atravesando macizos de rosas rojas y mate,
Las yerberas sacudían sus cabecitas nimbadas,
Y las violetas prudentes se escondían como enojadas.

El sol doraba el cabello, como otra distinta flor
Y la niña se reía entre los rallos del sol.
Atravesando el jardín caminó por el sendero
De las chinas y los lirios que florecieron primero.

Escuchó entonces las voces,
Que surgían entre las frondas
De todos los elfos verdes,
Que acariciaban las rosas.

Entre ellos descubrió
A su amiga Mariquita,
El abejoncito rojo,
Con puntos blancos encima,
Que a su llamada acudió.
Dispuesta siempre a seguirla.

Mariquita:
Cuidadito Gloriana, no me vayas a pisar,
Porque yo soy muy pequeña y puedes hacerme mal.
Aquí estoy, entre las piedras, dispuesta vengo a ayudarte
Voy a decirte el secreto, que el petirrojo me dio
Para encontrar a Malinche, a quien el ogro escondió.
Narrador:
Gloriana se bajó un poco, y fue entonces que la vio
Peleaba con don oruga quien con ella discutió:

Mariquita:
Córrase ya, don oruga, usted nos está estorbando
Tengo que pasar ligero, su abuela la está esperando.
Don Oruga:
Usted es la majadera, yo estoy con todo derecho
Esta es mi puerta de entrada, y con usted no me meto.
Gloriana:
No sea necio don oruga, lo vamos a incomodar
A mi abuela le precisa que yo regrese a mi hogar.
Estoy buscando a Malinche, con su vara de milagros
Para que llegue el invierno, y haya flores en los campos.
Mariquita:
Muchas gracias Glorianita, yo te voy a aconsejar
Voy a ponerle remedio a todo lo que está mal,
Más profundo en la montaña, cerca de la Cruz del Sur
Está la cueva del brujo, que está haciendo tanto daño.
Continúa por el sendero hasta el Rio de la Ilusión
A donde habitan los duendes, que salen bajo el cañón
Procurarás no dormirte, porque puede suceder,
Que te descubra el gran brujo, y tú no puedas volver.

Narrador:
Saliendo de aquel jardín, la niña fue a la montaña
Buscando la Cruz del Sur, en la ruta de las hadas.
Gloriana:
Ya me quiero regresar, al jardín de mi abuelita
Pero debo continuar como dijo Mariquita.
Ya no se ven las piedritas, ni las rosas, ni la fuente
Solo me queda el camino que me llevará hasta el duende.
Narrador:
Levantando la mirada, Gloriana miró algo bello
Algo que nunca miró, ni en el mejor de sus sueños.
Un pájaro muy hermoso, de tonos iridiscentes
En el penacho muy rojo, y con largas plumas verdes
De azulinas transparencias, reflejos de oro y rubí,
Con pinceles de oro y plata, y puntitos de carmín.
Un ave maravillosa que vino desde el edén
A visitar ese bosque donde habita nuestro bien.
Es el príncipe Quetzal, nuestra ave más vistosa,
Con un cuerpo pequeñito, y esa bellísima cola
Que sobresale del tronco, donde vive con su novia,
Adornando la montaña como un ramo de magnolias.
Cuando atraviesa las frondas reflejado por su sombra.
El quetzal:
Ven mi Gloriana hasta el bosque
Ven y alcánzame en mi vuelo
Persiguiendo mariposas,
Que se elevan hasta el cielo.
Yo te encamino hasta el río,
De las rocas alcalinas
Sigue mi vuelo, pequeña,
Igual que las golondrinas.
Narrador:
Después de varios minutos,
Gloriana encontró a una rana
Que saltó sobre el camino,
Y comunicó con gracia:
Doña Rana:
Croac, croac, niñita bella
Aquí estoy para guiarte,
Quiero que vayas solita
Hasta donde yo me pare.
Narrador:
Luego del largo camino,
Gloriana escuchó las aguas,
Y fue tanta su alegría,
Que la tradujo cantando.
En un árbol de guayabo
Vio la figura de un mono
Que le hizo carantoñas
Balanceándose en las ramas.

Monito Cariblanco:
Hola, amiguita Gloriana,
Ya los duendes me informaron
Acerca de tu misión,
Puedes sentirte aliviada
Porque el momento llegó.
Narrador.
Los ojitos de la niña, ya se le cerraban solos
Estaba tan agotada, porque no se dio reposo,
Las abejitas zumbaban muy cerca de sus oídos
El monito le impidió, que se quedase dormida.
Gloriana:
Gracias mi monito lindo, por no dejarme dormir
No debo cerrar los ojos, ya tenemos que salir
Llega marzo y mi abuelita hasta se quiere morir
Porque las flores no llegan a perfumar el país.

Narrador:
El mono cogió los remos y en el bote se montó
Acomodando a la niña, se dispuso a navegar
Atravesó la corriente llevándola sin tardar,
La niña le agradecía, por su buena voluntad.
Remontando la corriente, navegando y navegando
Habían subido y bajado, y estaban cerca del lago.
Llevaba una rama fuerte, que tía tortuga le dio
Para espantar a los bichos que venían desde el palmar
Y los árboles decían, con voz grave y cadenciosa
Animando a la chiquilla, que notaban temerosa:
Los árboles:
Avanza, chiquita hermosa, no tengas ningún temor
El ogro no te hará daño, porque te mueve el amor
En lo alto de la montaña, encontrarás una cueva
Y en la cueva hay una flor, y en la flor está la llave
Con que abrirás el portón, del castillo en el que habita,
El gran brujo de la tala, la Quema y la Destrucción.
Que tiene preso al gnomito que busca tu corazón.
Narrador:
Llegando junto a la cueva, la niña valientemente,
Avanzó hasta el portón, y buscó cerca del mismo
La flor que el árbol, nombró y de sus suaves pistilos
Tomó la llave descrita, el cerrojo se rompió.
Se escuchó un gran estallido, temblaron todas las rocas,
Se vio el cielo oscurecido Y el gnomo casi la toca.
Malinchín:
Gloriana, querida amiga, a ti te debo la vida
Gracias por haber venido a buscar esta guarida
Del brujo más pernicioso que tiene nuestro país
Es el que acaba con todas las cosechas de raíz.
Gloriana:
Corre pronto Malinchín, escapémonos de prisa
Porque ha llegado la hora De la Primavera Tica,
Mi abuelita nos espera, como toda Costa Rica.
Narrador:
Volando encima del bosque, el rey de los zopilotes
Lució su penacho rojo, destacando en el verdor
La gran ave de rapiña bajó al fondo de la cueva
Y subió sobre su espalda a la niña aventurera
A quien dejó suavemente, sobre el césped de la abuela.

A su paso por las nubes, iba Malinchín moviendo
Su varita de prodigios, sobre las rocas desiertas,
Y los árboles dichosos se coronaban de flores,
Vistiendo sus alegrías entre los brazos del viento.
Resplandeció la montaña, de rojos poros de fuego
Malinches rosa y violeta, llamas del bosque repletas,
Caña Fístula amarillas, sobre la alfombra morada
De las mil Santa Lucías que poblaban la alborada.
Abuela Yaya:
¡ Llegaste al fin mi muñeca, adonde andabas pequeña?
Me diste un enorme susto al no verte en la pradera.
Te busqué para contarte una noticia excelente,
ya llegó la primavera, la alegría de mucha gente.
Narrador: Glorianita emocionada, abrazándose a su abuela, se sintió feliz también, cuando la vio tan contenta.

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