martes, 14 de febrero de 2012

NAVIDAD DE 2012

Otra vez navidad, todos los años esta fecha bendita viene a mover las fibras más profundas del ser, renacen como lirios los antiguos recuerdos de niñez; también está en la mente la dulce adolescencia, los tímidos destellos que abrieron mis pupilas a aquel primer amor. Continuados desvelos y esfuerzos prolongados de los padres tan buenos, sentires tan queridos e importantes, el afecto sincero de viejos compañeros, los amigos de siempre, el cultivo incesante de tiernos sentimientos, tesoro inagotable de recuerdos, que permanecen firmes al través de una vida.
Navidad… Cambiaron mucho el mundo y la forma vida, pero a pesar de eso, en esta fecha recobramos un poco de lo que creímos ya perdido, volvemos a ser niños, a esperar, a confiar…
A pesar de la obtusa importación de poses que llegaron del norte, la ridícula pretensión de “navidades blancas”, dentro de nuestro clima tropical, amenizadas por el intruso “Santa”, que ya ni nombre tiene, persiste en el recuerdo aquella Santa Navidad de niño Dios pobrísimo en humilde pesebre, con su padre y su madre junto a Él, recibiendo el cálido vaho de la mula y el buey, en un lecho pajizo, rodeado de ángeles celestiales y pastores terrenos, un coro celestial haciendo fondo dentro de los potreros a las afueras de Jerusalén. La novena del niño que recé con mi madre, año tras año, siempre… continúo rezándola después de ochenta años…
Un niño Dios pequeño que nace diariamente en los campos desiertos y en los hogares pobres de nuestra nación, que no tiene cobijas, que no tiene juguetes, pero tiene un futuro que a él pertenece, y quizá en algún tiempo, traiga la salvación.
Otra vez navidad, corren las gentes en procura de bienes y de obsequios que piensan regalar, empresarios reunidos con la Prensa se aprestan a premiar a miserables que carecen de pan. Se procuran juguetes a los niños muy pobres, y para los ancianos, se recogen los óbolos que da la sociedad.
Detrás de los telones de esta presentación, hay enfermos y ancianos que están en abandono, y son muy maltratados porque son un estorbo, también hay muchos niños que no fueron deseados, que no tienen comida y están desamparados, el mundo siempre es mundo y el hombre es destructor, y a menudo se olvidan las leyes del amor.
Otra vez navidad… Pasaron tantos años, y el mismo sentimiento me viene a refrescar, recordando los frutos que pude degustar, en el amor inmenso de aquellos padres buenos, los tíos, los abuelos, los amigos que faltan y que no volverán, esos seres hermosos que la vida prestó, para crecer con ellos, disfrutar su calor, y verlos partir luego, envueltos en los rayos más prístinos del sol.
Otra vez navidad, las caracolas cantan un homenaje de hosanna a su Creador.
Los árboles del bosque esconden en sus ramas los trinos de las aves que esperan al Señor, las flores se estremecen, las nubes se dispersan el firmamento entero se viste de rosado, porque ha nacido un niño, el que nos ha salvado, un Niño Dios bendito, felizmente esperado.
¡Otra vez navidad! hoy hace frío, está cayendo un cierzo, las garúas del Niño,
refrescan el ambiente, bañando los arriates a lo largo del trillo, y yo estoy recordando aquellas navidades, cuando fui la chiquilla, esperando regalos, cuando era adolescente abriéndome a la vida, joven y enamorada, fabricando un futuro, luego esposa y mamá, rodeada de chiquillos, que ya se hicieron grandes y tuvieron sus hijos, ahora soy una anciana feliz de estar con ellos, viviendo con mis hijos, jugando con mis nietos, y pensando en mi esposo que me ha estado esperando desde hace tanto tiempo.
Pero no se dé cierto si esta será tal vez, la última navidad que pasaré sin él…

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